Un toque especial en París

Las habitaciones recién renovadas son acogedoras y limpias. El desayuno, aunque no incluido, fue delicioso y variado. La ubicación cerca de la estación de metro es muy conveniente. El personal siempre está dispuesto a ayudar y hacer la estadía más agradable.

La única piedra en el camino fue el ascensor, que es algo pequeño y puede ser un desafío con maletas grandes. Además, es recomendable evitar las habitaciones que dan hacia el patio, pues pueden ser ruidosas. el aire acondicionado no es automático, lo que puede ser incómodo en verano.

La mini terraza ofrece una buena vista de la Torre Eiffel. La zona está repleta de comercios y transporte.

me sentí cómodo, no me puedo quejar

La ubicación del hotel es excepcional, muy cerca de dos estaciones de metro, lo que facilita el acceso a los puntos de interés. Las habitaciones están recién decoradas y son bastante acogedoras y limpias. Además, el personal fue extremadamente amable y siempre dispuesto a ayudar. El desayuno, aunque no estaba incluido, ofrecía opciones variadas y deliciosas.

El cuarto de baño era un poco pequeño, lo que puede resultar incómodo para algunos.

La mini terraza en el tercer piso ofrece una vista parcial impresionante de la Torre Eiffel, un auténtico plus. Sin embargo, el ascensor es muy pequeño y resulta incómodo, especialmente con maletas grandes. La habitación, aunque limpia, era algo claustrofóbica y carecía de espacio. El desayuno no era lo que esperaba, y aunque el personal fue amable, el precio no refleja la calidad que se podría esperar por una estancia de tres estrellas.

Encantador lugar para descansar en una terraza con vistas parciales a la Torre Eiffel y un ambiente amigable, rodeado de restaurantes y tiendas.

Habitaciones limpias y un ambiente cuidado, además de estar cerca de los encantos de la ciudad. La terraza ofrece una vista parcial de la Torre Eiffel, un pequeño lujo en un lugar tan chiquito.

El ascensor es tan pequeño que tiene que pedirle al primer piso que se apresure, porque solo cabe una persona y una maleta, ¡menuda fiesta!

Me alojé en el hotel Poussin y, aunque la habitación era bastante pequeña, la limpieza era sobresaliente y el personal muy atento. La azotea tiene una vista parcial de la Torre Eiffel, lo que hizo mi estancia más agradable. Sin embargo, el desayuno no cumplió mis expectativas.

Buena opción para un viaje corto

Fui por unos días y la verdad que el hotel es chiquito pero muy acogedor. Limpio y el personal super amable, siempre dispuesto a ayudar. La zona está llena de tiendas y hay buen transporte. Solo que el baño es un poco claustrofóbico, especialmente si eres alto. El desayuno también estaba rico aunque no incluído, pero vale la pena.